
"La realización de las famosas pulseritas, anillos..., de gomitas desarrolla destrezas en los niños que le son de utilidad en su aprendizaje"
¿Cuántos de nosotros, padres, madres, hermanos, tíos...no estamos hartos de ver a toda la chavalería con las muñecas llenas de pulseritas de colores, anillos y cosas similares? Pues bien, para empezar este post veamos un pequeño vídeo de cómo se hacen estas pulseritas, si es que aún queda alguien que no sepa cómo hacerlas...
Como podéis comprobar son fáciles de hacer y además, seguro que si investigamos hay miles de modalidades más para hacer...pero eso se lo vamos a dejar a los niños que tienen más imaginación que nosotros.
Lo que quiero explicaros es que hacer estas manualidades tiene, además de entretener, otros beneficios para el niño, joven o adulto que las hace. Veamos:
- Mejorar la capacidad de atención. La atención es la actitud consciente para advertir de forma evidente los estímulos que nos llegan del exterior. Se trata de aplicar la mente a un objeto de manera exclusiva y durante un tiempo determinado. La atención es tomar interés por todo lo que se escucha y se observa. Es entrenable y uno de los ejercicios para hacerlo puede ser esta manualidad.
Para prestar atención se requiere realizar un esfuerzo físico y mental considerable para evitar las distracciones que ejercen otros estímulos y así asimilar mejor la información que nos viene de fuera y que es la que tenemos que asimilar. Este esfuerzo produce un desgaste de energía, por lo que tampoco es recomendable estar mucho tiempo dedicado a una misma tarea que requiera atención y de ahí que se aconsejen descansos en los estudios, trabajos, etc.
- Mejorar la coordinación óculo-manual. Es preciso prestar atención a la coordinación ojo-mano, por cuanto de ella depende la destreza manual indispensable para el aprendizaje de ciertas tareas escolares y un sifín de número de prácticas necesarias en la vida corriente. Qué finalidades se persiguen:
- Habilidad y destreza en las manos
- Independencia izquierda-derecha
- La adaptación sensoriomotriz, acción conjunta de sentidos y músculos para regular la coordinación del movimiento
- Mejorar la motricidad fina. El control de la motricidad fina es la coordinación de músculos, huesos y nervios para producir movimientos pequeños y precisos. Un ejemplo de control de la motricidad fina es recoger un pequeño elemento con el dedo índice y el pulgar, lo que conocemos como "la pinza" fundamental a la hora de escribir. El desarrollo de la motricidad fina es decisivo para la habilidad de experimentación y aprendizaje sobre el entorno, consecuentemente, juega un papel central en el aumento de la inteligencia.
- En los niños más pequeños, que sus deditos aún no les permiten estos movimientos tan exactos, podemos hacerselas nosotros a la vez que vamos trabajando con ellos los colores, "dame la goma roja", por ejemplo.