
"Saber decir "no" a nuestros hijos mejora su tolerancia a la frustración y les hace más autónomos y en un futuro serán capaces de saber solucionar situaciones de manera favorable"
Hola de nuevo!
Empecemos viendo y escuchando esta carta de una niña a sus padres, a todos los padres:1. ¿Por qué decir ‘no’? Si un niño recibe todo lo que quiere y sus padres se acostumbran a librarlos de responsabilidades y a hacer todo por ellos, están formando un ser intolerante a la frustración.
Si uno le da todo, si le concede, le permite y no le exige nada, el niño va interiorizando la idea de que todo funciona así, que todo se obtiene sin esfuerzo y además es obligación de los demás darle lo que nos exija, pero si hay negativas de vez en cuando, el niño tendrá un sentimiento que se produce cuando sus expectativas no son satisfechas, se frustra y esta sensación es normal, todas las personas experimentan cierta dosis de frustración cotidianamente, incluidos los niños y hay que aprender a superarla y continuar. Además, el experimentarla les ayuda a formar su autonomía, la individualidad e independencia de los adultos. Cuando quiera hacer las cosas por él mismo y no lo logre, la molestia que esto le produce le impulsará a intentarlo de nuevo y así avanzará en su proceso de aprendizaje cosa que además le será de gran utilidad cuando sea adulto, porque para entonces ya estará “entrenado” y sabrá salir adelante en las diferentes situaciones que se encuentre.
2. Es importante justificar cualquier negativa que se les da, no imponerla; así, los niños no harán pataleta y entenderán la situación. La razón no debe ser: "porque soy tu papá y se hace lo que yo diga" (aunque reconozco, como madre que en ocasiones esto es lo más rápido). Los padres deben ser coherentes y explicar las razones con claridad y lógica. No es apropiado que ellos hagan lo que a los niños se les prohíbe. Además, debe hacerse con una voz amorosa, pero con autoridad, para orientar la conducta del pequeño.
3. No demos siempre órdenes evitemos los gritos, educar con afecto siempre es más efectivo, los niños son más sensibles al afecto, por eso aunque tengamos que mandarles algo o llamarles la atención no significa que no podamos después hacerles alguna caricia o alguna broma acerca de la situación. Es importante expresar nuestro afecto de manera clara.
4. Fundamental educar con el ejemplo y mantener una actitud coherente con lo que se dice, los niños aprenden mucho de las personas que son importantes y significativas para él, en este sentido los adultos son una importante fuente de imitación para los niños. Si perciben que tales personas dicen algo pero hacen una cosa muy distinta, tenderán a tener principios no muy firmes. Una educación profunda comienza con el ejemplo.
5. Dejemos que vayan haciendo cosas por ellos mismos, es importante no sobreproteger al niño, se puede volver dependiente en muchos aspectos. Aunque nos cueste, aunque en ocasiones nos dé cierto temor, hay que irles dejando al igual que irles pidiendo que poco a poco vayan haciendo las cosas solos, se equivocarán, ensuciarán, tardarán más, se caerán….pero todo es importante para su desarrollo.
6. Es importante decir "te quiero", es posible que nos centremos con nuestros hijos en hacer los deberes, en hacer actividades, ir a fiestas de cumpleaños..., olvidándonos muchas veces de comunicar algo tan importante como los sentimientos y decirles Te Quiero!!! Es importante para ellos no sólo sentir que se les quiere, sino también escucharlo, esto contribuye a mejorar su autoestima y además no cuesta nada!
7. Escuchemos a nuestros hijos, soy consciente de que vivimos en una sociedad donde todo son prisas, carreras... pero tenemos que buscar un tiempo para sentarnos a hablar con ellos, siempre tienen cosas que contar! y para ellos sentirse escuchados es lo mismo que sentirse importantes. Si cuando son pequeños no les dedicamos el tiempo necesario para que nos cuenten "sus cosas", no esperemos que nos las cuenten cuando sean adolescentes...
En definitiva nadie dijo que ser padres fuera fácil, pero es una aventura que merece la pena!