
".....Rompamos los tópicos de que todos son iguales. Tienen distintos gustos y habilidades, a unos les gusta más el deporte a otros la música, bailar, escribir....."
¡Hola amigos!
Hoy es el Día Mundial del Síndrome de Down y se celebran multitud de actos en todo el mundo. ¡Tendría tantas cosas qué decir! ¡Estoy emocionada!. Lo primero, mi lema es: " Pon un Síndrome de Down en tu vida, acércate a él y disfruta". Saldrás ganando.
Cuando a los padres nos comunican que nuestro hijo tiene síndrome de Down, se nos cae el alma a los pies, pero enseguida cambiamos el chip y empezamos a luchar por ellos, "ya no los cambiamos por nada". Cada cosa que aprenden y superan es una fiesta en casa, la alegría de ver que consiguen las cosas, con tanto esfuerzo, no tiene comparación con nada. Dicen que son especiales,... todos los niños son especiales. ¿Y su sonrisa ? ésa sí es especial, cada día...... más. Nunca la pierdas.
Los padres son pieza fundamental en la enseñanza de los niños con Síndrome de Down y si desde pequeños conviven con otros niños, los aceptarán para siempre.
Los niños con Síndrome de Down no son enfermos, ¡cuidemos el lenguaje!. Tienen una discapacidad. Pero digámoslo de otra manera "Son personas con capacidades diferentes, con ritmos de aprendizaje distintos". Rompamos los tópicos de que todos son iguales. Tienen distintos gustos y habilidades, a unos les gusta más el deporte a otros la música, bailar, escribir...
El Síndrome de Down es la llamada Trisomía 21. Todos tenemos en nuestras células 23 pares de cromosomas, pues bien, en el Síndrome de Down, en el par 21 tienen 3 cromosomas en lugar de 2, o sea, uno de más, nacen con más carga genética, de ahí el nombre "Trisomía 21" y la elección del día 21 de Marzo, es perfecta.
Algunas pinceladas más:
Es verdad es que son más lentos en el aprendizaje, pero aprenden. Tardan más en recibir, procesar y devolver la información que les llega al cerebro. Les cuesta más el lenguaje, muchas veces comprenden lo que no pueden expresar. La música y musicoterapia les ayuda a desarrollar el lenguaje, además de a expresar emociones. Aprenden mejor de forma visual, hay que trabajar la memoria visual. La constancia, importante, trabajando y trabajando se consiguen los aprendizajes. La paciencia, ellos nos marcan el ritmo, nos enseñan a cómo enseñarles, aprendemos de ellos y con ellos. Hay que educarles en el saber estar, con pautas de comportamiento. Y no hay que olvidar que cualquier niño sin problemas aprende de forma natural, a los niños con Síndrome de Down hay que ayudarles.
Es importante tener en cuenta:
- Empezar desde pequeños con programas de Atención Temprana. Los primeros años son los más importantes para el crecimiento neuronal de su cerebro. El potencial que puedan tener en un futuro depende mucho de esas edades tempranas. Aunque, aprenden durante toda su vida.
- Los programas de salud preventiva, para prevenir y paliar las patologías más frecuentes.
- En los colegios las adaptaciones curriculares, programas individuales para cada niño, de hecho están los equipos de orientación con sus logopedas, pts, fisioterapeutas, etc.
- Otros muchos programas y talleres (pintura, baile, ocio, etc...) de las fundaciones y colegios, que les ayudan a socializarse, divertirse, aprender, disfrutar...
Con todo esto, las personas con Síndrome de Down están consiguiendo grandes logros. La expectativa de vida ha crecido en los últimos años y pueden llegar a hacer muchas cosas. Los objetivos son que se integren en la sociedad, en el mundo laboral, que puedan tener autonomía y vida independiente en muchos casos, que puedan disfrutar de los amigos, del ocio, de la cultura... Por supuesto, derechos y deberes como todos.
Para enseñarles a nuestros niños, hay un cuento muy bonito que habla del Síndrome de Down: " El sueño de la tortuga azul " escrito por Coral Gil e ilustrado por Ana Yuste, os lo recomiendo. Descárgalo AQUI.
La música y canciones de Juan "D" y Beatriz, con sus contenidos, sus coreografías y movimientos..., ¡qué no falten!, les ayudará en el lenguaje, la expresión corporal y de emociones, sin duda alguna.
Un beso trisómico para todos.